sábado, 7 de julio de 2012

Algunos personajes que intervinieron en el inicio de la independencia


Biografía de Ignacio Allende

Ignacio José de Allende y Unzaga nació en San Miguel el Grande (hoy San Miguel de Allende) el 21 de Enero de 1769, fue hijo de un rico comerciante español y de una señora de las principales familias de San Miguel. Durante su infancia disfrutó de todas las comodidades. Era un hombre apuesto, fuerte, muy buen jinete y valeroso.

Estudió en el Colegio de San Francisco de Sales, su tutor fue su tío José María Unzaga, Ahí conoció a los hermanos Aldama, a los 27 años, fue nombrado capitán del Regimiento de Caballería los Dragones de la Reina, en 1796 fue nombrado Teniente, en 1801 fue nombrado de nuevo Teniente del Cuerpo de Granaderos.

En 1802 se incorporó al ejército virreinal de la Nueva España y logró ascender bajo las órdenes de Félix María Calleja. El mismo año contrajo matrimonio con Luz Agustina de las Fuentes, quien falleció al poco tiempo. En el año de 1806comenzó a simpatizar con la idea de independizar a la Nueva España del reino español. Para el año de 1808 había regresado de su destacamento en Texas a su pueblo natal a comandar los Dragones de la Reina, un regimiento de caballería de élite.

En 1809 fue descubierto en una de las reuniones clandestinas a favor de la independencia celebrada en Valladolid (hoy Morelia) pero corrió con suerte y no fue sancionado. Siguió apoyando al movimiento y fue invitado a participar en la conspiración organizada por José Miguel Domínguez y su esposa Josefa Ortiz de Domínguez en la ciudad de Querétaro, donde conoció al padre Miguel Hidalgo y al capitán Juan Aldama.

Originalmente, el movimiento de independencia iba a ser encabezado por Allende y por Aldama, pero una delación inoportuna cambió los planes y fue Miguel Hidalgo quien finalmente tuvo que dar inicio a la lucha en el célebre grito de independencia. Los antiguos conspiradores cerraron filas en favor del cura y tras controlar el pueblo de Dolores marcharon a San Miguel donde Allende consiguió el apoyo de su regimiento. El 22 de septiembre en la ciudad de Celaya

Hidalgo fue nombrado oficialmente capitán general del ejército insurgente e Ignacio Allende teniente general. Cinco días más tarde el Virrey ofreció una recompensa de 10 000 pesos a quien entregara vivos o muertos a los líderes del movimiento.

Sería la carrera militar la mejor opción para el joven, y en 1795 fue nombrado teniente en el Regimiento de Dragones de la Reina. En 1809 alcanza el grado de capitán del mismo regimiento, puesto por el que compitió con su paisano y amigo, Juan Aldama, que lo acompañaría en toda la aventura independista. En 1809 Allende se incorpora a las tropas del virrey Iturrigaray para realizar maniobras y simulacros en un acantonamiento cerca de Jalapa, Veracruz. El propósito de estas acciones, que el mismo virrey supervisó, era preparar a las fuerzas para una posible invasión extranjera. ¿Quién iba a pensar que el asalto vendría de casa? Para prepararse estos cuerpos pasaron seis meses concentrados en la ciudad de México y posteriormente pasaron a Veracruz.

Luego de ser sometido a un proceso, fue sentenciado a muerte y se le pasó por las armas el 26 de junio de 1811, en unión de Jiménez, Juan Aldama y Manuel Santamaría. Su cabeza fue colgada en uno de los ángulos de la Alhóndiga de Granaditas, hasta marzo de 1821, cuando el general Anastasio Bustamante la hizo quitar. Sus restos reposan en la cripta de la Columna de la Independencia, del Paseo de la Reforma en la Ciudad de México.

Biografía de Miguel Hidalgo y Costilla

Miguel Hidalgo y Costilla nació en el rancho de San Vicente del Caño, perteneciente a la Hacienda de San Diego, Guanajuato el 8 de mayo de 1753; fue el segundo de cuatro hijos del matrimonio formado por Cristóbal Hidalgo y Costilla, administrador de Corralejo, y Ana María Gallaga. Fue bautizado con el nombre de Miguel, en la capital de Cuitzeo de los Naranjos el 16 de mayo de 1753.

En junio de 1765 Miguel Hidalgo junto a su hermano José Joaquín partió a estudiar al Colegio de San Nicolás Obispo, ubicado en Valladolid, capital de la provincia de Michoacán. El colegio había sido fundado en 1547 por Antonio de Mendoza y Pacheco, primer virrey de Nueva España, quien entregó la universidad y el edificio donde se alojaba a los miembros de la Compañía de Jesús, que instituyeron cátedras delatín, derecho y estudios sacerdotales. Fue en esta casa donde los hermanos Hidalgo estudiaron hasta 1767.

En esta institución, Hidalgo estudió letras latinas, leyó a autores clásicos como Cicerón y Ovidio, y a otros como San Jerónimo y Virgilio. A los diecisiete años de edad ya era maestro en filosofía y teología, por lo que entre sus amigos y condiscípulos se ganó el apodo de "El Zorro", por la astucia que mostraba en juegos intelectuales. Aprendió el idioma francés y leyó a Molière, autor a quien años más tarde representaría en las jornadas teatrales que él mismo organizaba siendo párroco de Dolores. Gracias al contacto que tuvo con los trabajadores de su hacienda en su infancia, la mayoría de ellos indígenas, Hidalgo aprendió muchas de las lenguas indígenas habladas en Nueva España, principalmente otomí, náhuatl y purépecha, ya que la zona de Pénjamo era una de las regiones con mayor diversidad de grupos indígenas y de contacto entre el mundo nativo y el español. Todos estos conocimientos permitieron a Miguel Hidalgo impartir clases de latín y filosofía a la vez que seguía sus estudios. Una vez que los culminó, trabajó en su alma máter desde 1782 a 1792, muchas veces como tesorero, otras como maestro y desde 1788 como rector.

El paso siguiente para la tropa era tomar la ciudad de México, pero Hidalgo, queriendo evitar una masacre como la acontecida en Guanajuato, envió a sus emisarios a negociar con el virrey el 1 de noviembre. Tras el rechazo sufrido por parte de Venegas, Hidalgo dudó y dudó, la presión de Allende no hizo efecto y decidió retirarse al Bajío para continuar la lucha.[11] El 7 de noviembre, luego de la retirada, Hidalgo fue vencido por el brigadier y capitán general de San Luis Potosí, Félix María Calleja, en la Batalla de Aculco.

Hidalgo y Allende decidieron separarse para continuar con la lucha. El cura de Dolores marchó a Valladolid, donde se cometieron masacres de españoles y saqueos contra las propiedades de los peninsulares, situación que se repitió en Guadalajara, a donde Hidalgo llegó el22 de noviembre. La capital de la intendencia de Jalisco cayó en manos del jefe insurgente José Antonio Torres, el mismo día de la derrota en Aculco, es decir, el 7 de noviembre. Allende, mientras tanto, se fortificó en la alhóndiga de Granaditas, donde aún estaban algunos prisioneros españoles. Cuando se supo de la proximidad de Calleja y el intendente de Puebla, Manuel Flon, Allende ordenó la ejecución de los reos. El 26 de noviembre, Calleja y Flon atacaron Guanajuato, recuperando así la ciudad minera. Allende, Aldama y Jiménez se unieron a Hidalgo en Guadalajara el 8 de diciembre.



Apareció Hidalgo, a caballo y escoltado por pocos hombres, cuya captura fue más sencilla que las anteriores realizadas, Tras enlistar a todos los presos, Elizondo envió parte a la ciudad de México y en recompensa fue nombrado coronel. Los reos fueron trasladados a Chihuahua, capital de la intendencia más cercana, donde se les seguiría juicio. El día 27 de julio tuvo lugar la condena eclesiástica: Hidalgo sería degradado y expulsado del estado clerical, por lo que las autoridades civiles podrían tratarlo según las leyes vigentes para los no clérigos. El día 29 de julio se procedió a la degradación eclesiástica.



Antes de que llegase el momento de ser ejecutado, Hidalgo se confesó con el P. Juan José Baca y comulgó, por lo que quedó libre toda excomunión[] Cuando llegó la hora del fusilamiento, pidió que no le vendaran los ojos ni le dispararan por la espalda (como era la usanza al fusilar a los traidores). Pidió que le dispararan a su mano derecha, que puso sobre el corazón. Hubo necesidad de dos descargas de fusilería y el tiro de gracia para acabar con su vida, tras lo cual un comandante tarahumara, de apellido Salcedo, le cortó la cabeza de un solo tajo con un machete, para recibir una bonificación de veinte pesos. Miguel Hidalgo murió el 30 de julio de 1811 fusilado por las fuerzas realistas.

Miguel Hidalgo y Costilla fue fusilado al amanecer, sentado en un banco, con la mano en el corazón, los ojos vendados y un crucifijo en el patio del antiguo Colegio de los Jesuitas en Chihuahua, entonces habilitado como cuartel y cárcel y que en la actualidad es el Palacio de Gobierno de Chihuahua. A pesar de haber recibido dos descargas del pelotón, no murió; por lo que el teniente al mando ordenó a dos de los soldados disparar a quemarropa sobre el corazón del padre Hidalgo, acabando así con su existencia. Su cadáver fue posteriormente decapitado y su cuerpo enterrado en la capilla de San Antonio del templo de San Francisco de Asís en la misma ciudad de Chihuahua; su cabeza fue enviada a Guanajuato y colocada en la Alhóndiga de Granaditas, junto a las de Allende, Aldama y Jiménez.

En 1821 fue exhumado su cuerpo de Chihuahua y junto con su cabeza se le enterró en el Altar de los Reyes, de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. Finalmente, desde 1925 reposa en el Ángel de la Independencia, en la capital. En 1868 fue erigido en su honor el Estado de Hidalgo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario